Aqui presentó una pequeña memoria de lo que fue el Encuentro de Escritores dentro de la Feria Nacional del Libro 2008 en León, Guanajuato. Fue genial poder estar ahí y convivir con otros locos que le hacen a las letras (con todo respeto a quien se vaya a sentir ofendido y gusta que mejor lo llame escritor). Espero poder volverlos a ver y le seguiré echando ganas a esto para que eso pase. Saludos a todos! (no puse nombres en las fotos porque ya de porsi es mucha chamba seleccionar estas fotos de entre 400 fotos). Me quedo con lo bueno de todo esto y para muestra basta un click...
sábado, 24 de mayo de 2008
jueves, 22 de mayo de 2008
La espera rompe bolas
De regreso al Kirofano Mental...
La espera rompe bolas
4:40PM
No puedo creer el calor que hace en las tardes aquí en Acapulco, aunque muy pocos pensarían que puede ser sexy ver sudar a la gente imaginando una orgía callejera con todos los cristianos que entran y salen de la iglesia, los locos que piden dinero, los payasos que a diario dan show, los rucos del café, las gringas de la pizzería, las parejas y todo paseante vespertino que pisa el zócalo… De repente tanta calentura ha hecho que se me antoje una cerveza bien fría, casi congelada, ya la siento entrar por mi boca, saboreándola con la lengua y deslizando la frescura amarga por mi garganta, tenía antojo de un café pero el calor me ha sugerido que cambié de opinión.
A la pareja que esta a mi lado no parece importarles mucho el calor, entre beso y beso toman aire. Esta vez me pareció oír la excitación de la chica y parece que algo le dijo al oído a su enamorado que se han levantado rápidamente y los veo alejarse a prisa, quizá vayan a coger… bien por ellos! Aun me quedan las palomas para hacerme compañía, ver como se cortejan es divertido, sobre todo porque hay dos palomos que se pelean una palomita. Habiendo tantas no se que le ven de especial a esa, si fuera palomo yo ya estaría sobre aquella blanco con café a la que ninguno pela, quizá por puta, por recatada o por fresa o quizá nadie le llega al precio, pero aun así ahí estuviera yo siguiéndola hasta que me aflojara y luego… vaya pendejada! Mejor miraré los árboles, ¡ah! ¡Si ellos hablaran! Quizá no habría nadie en el zócalo, incluso a mi me daría miedo que un árbol me hablara o me pidiera la hora, pero no tardaría en acostumbrarse la gente y otra vez estaría lleno. Esta es la 5ta vez que me piden dinero desde que me senté aquí, una parte de mi les daría con gusto un par de monedas, pero otra se pondría de pie y les mearía la mano, ¿Por qué? Solo por chingar, no puedo evitar imaginarlo y me da risa, pero si se lo comento a alguien podrían pensar que estoy loco. Empieza a desesperarme el ruido que hace una patrulla en medio del tráfico intentando “poner orden” pero tan solo se oyen ladridos que salen del alta voz, ¡Cómo chingados quiere que le entiendan! O ¿Qué acaso soy el único que lo oye? De todos modos no importa, empieza a darme hambre y eso me preocupa más. Lo más jodido que tener ganas de coger y no tener con quién, es tener hambre, y ganas de coger, y no tener comida, ni a quien comerse, ni a quien cogerse. Quizá sea hora de comer un poco de dignidad…
¡Esta pendeja ya no vino!
4:45 PM
Si no la hubiera visto, no lo hubiera creído, ahí esta ella sobre el pavimento, tan bella, se puso una falda muy bonita y trae una blusa escotada, justo como la imaginaba. Se ve tan hermosa que ni siquiera asimilo que no se mueve, que esta muerta, que no se moverá, que ya no cogeremos. Quisiera correr a besarla por última vez, es lo que todo amante de película de melodrama gringo haría, pero ni siquiera me puedo acercar. ¡Me vale un pedazo de mierda que los polis me madreen!, ¡tengo que besarla! Todos están tan ocupados alejando a la gente y haciendo que circulen los carros que me he podido escabullir. Sin pensarlo dos veces tomo su cuerpo acomodándolo un poco para que no se vea tan deforme, siento como crepitan sus huesos rotos mientras la abrazo, siento su sangre tibia humedeciendo mis ropas. Nadie hace nada por quitarme de la escena, poco a poco todas las miradas se van dirigiendo hacía mi y se que es ¡ahora o nunca!... el tiempo se detiene mientras yo la beso como se que nunca más lo haré, como si quisiera robarle la nula vida que le queda. Me pongo de pie y alguien pregunta que si la conozco “No, sólo pasaba por aquí, la vi y no pude evitar darle un último beso”. ¡Pendejos!, ¡todos son unos pendejos!…
5:15PM
¡Por fin llegó! Si no me hiciera esperar tanto yo no me iría con otras y no me imaginaría que alguien la secuestró, la convirtió en paloma o la atropelló para sentir lástima y no chingarla cuando llegue, sino abrazarla con tantas ganas que podría hacer crepitar sus huesos. Ahora a ver que le invento para justificar el labial rojo sangre en mi boca. Quizá si le digo que me besó un payaso sea más coherente que decirle la verdad, que me he mordido los labios porque me caga esperar.
David Yaurima P.
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