Salí del hospital algo tarde, después de lo que había visto durante la noche anterior en mi guardia creí que nada me sorprendería en lo que restaba de la semana: La mujer de la cama 7 con crisis depresiva severa se tragó, de un solo golpe, un frasco entero de 100 tabletas de vitaminas y falleció. Como es de suponerse murió por bronco-aspiración y asfixia. Para cuando pudimos darnos cuenta de lo que había pasado ella ya tenia ese suave color azulado característico de quien se independiza del oxigeno. Yo me tomo una de esas pastillas cada mañana, junto con una tableta de complejo B y antihistamínico por eso de la alergia. "Causa de muerte: Sobredosis de vitaminas"… un mal chiste que se me ocurrió mientras hacia el acta de defunción.
Ahora iba en el camión de regreso a casa, viendo por la ventana como corre el mundo fuera del hospital, de repente un par de monos con mochila se colaron entre la gente que bajaba en una parada y se sentaron en la parte trasera, nadie parecía darse cuenta hasta que uno de los monos saco un arma y disparó al techo y luego apunto a una de las pasajeras, todos miraban atónitos la escena, el segundo mono abrió su mochila y la acerco a los pasajeros mientras mostraba un letrero que decía “Entreguen todo lo que tengan de valor y los monos no les harán daño, están entrenados para disparar a la minima provocación”. Un hombre asustado intentó bajarse y rápidamente fue alcanzado por una bala en su pierna que lo hizo caer y retorcerse mentando madres. Esto si iba en serio, todos empezaron a buscar entre sus cosas, dinero, alhajas, celulares, etc. Yo que acostumbro a ver canales educativos recordé que los monos reconocen formas y colores, les gustan las cosas brillantes y la comida, sobre todo cosas dulces. Por mas que se les entrene ellos no darán el mismo valor a las cosas que un humano por lo que se me ocurrió una idea: Saqué de mi mochila la mitad de un sándwich, unos broches metálicos para fijar vendas que acostumbro a guardar, es mejor usar tela adhesiva por que no lastima al paciente, vacíe mi frasco de vitaminas en la mano y tome algunos dulces que guardo en caso de emergencia, esta era una emergencia. Algunas personas me vieron extrañadas de lo que estaba haciendo, por un momento también dude, no había considerado la posibilidad de que trajeran alguna minicámara instalada y quien los comandaba podría ver todo y estar dando ordenes. Pero no, el mono tomó de mis manos todo lo que le ofrecía como cosas de valor y lo guardó en la mochila, excepto una paleta de corazón que abrió rápidamente y se la llevo a la boca, los demás empezaron a hacer lo mismo y empezaron a sacar dulces, latas, comida, algunas monedas, etc. Cuando terminaron con el último pasajero el chofer se detuvo y los monos salieron corriendo hacia un terreno baldío. - ¡Llamen a una ambulancia por favor! - Clamó el hombre tirado en el pasillo mientras se agarraba la pierna herida. - ¿Hay algún médico?- Preguntó un pasajero. Yo saqué mi celular y marqué al número de emergencia.
Mas tarde, mientras veía la tele para inducirme el sueño, la noticia de los monos asaltantes era la primicia. Se hablaba de la nueva moda en crimen y de cómo tenia desconcertados a la policía municipal. Aunque para mi no era tan nuevo, el Pingüino, enemigo de Batman, usó pingüinos para aterrorizar a Ciudad Gótica y en otra película unos doberman robaron un banco guiados a distancia por su entrenador.
Hoy mientras desayunaba mi dosis diaria de medicamentos. Tomé la última tableta de vitaminas que quedó en el frasco desde el día del asalto. Justo cuando intentaba pasarla tuve una crisis de estornudos por mi alergia y casi me ahogo con la tableta en mi garganta. La causa de muerte probablemente hubiera sido “Reacción alérgica a las vitaminas”… otro mal chiste que se me ocurrió mientras tomaba agua para pasar una tableta de antihistamínico.
El hospital esta algo lleno este fin de semana, debo pasar visita para ver que nuevos pacientes tenemos en hospitalización. “Sr. Horacio López García, 42 años. Diagnostico: Herida por arma de fuego en Miembro Inferior Izquierdo durante un asalto”…
- Intenté detener un asalto y un piche chango me disparo doctor ¿Como ve? Changos rateros, hasta salio en la tele, ni modo que no me crea, ¡yo Salí! - .
- Interesante – respondí.
- ¿Me podría recetar unas vitaminas para que me cure más rápido? -.
– Si, lo anotaré en su expediente: “una tableta diaria de vitaminas” - Escribí.
- ¿Podría tomarme dos? Es que siento que una no me hará nada, además nadie se ha muerto por tomar vitaminas ¿verdá doc? - sonrío el Sr. Horacio.
- Si no ha salido en la tele es que no ha ocurrido aun – Respondí.
“Dos tabletas diarias vitaminas”. Corregí en el expediente.
David Yaurima P.
2 comentarios:
Qué loco y qué fuerte al tiempo. Mi madre es médico y supongo que me causó un gran trauma porque no le seguí los pasos. Debe haber algo morboso en estar cerca de gente maltrecha y cuerpos muertos ¡excelente crónica! Sobre todo el asalto de los monos...
Debo de confesar que el suceso no es para reirse, pero sin embargo me cuaso risa.
Que cruda vida la tuya.
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