Milagros Inesperados

Ahora que me levanto 7 hrs antes de lo que me levantaba cuando estaba de vacaciones (y me duermo unas 3 hrs antes de lo acostumbrado) me siento frustado al volver a la escuela (el 98% de lo que leo es sobre Medicina y el otro 2% que leo son los letreros de los comercios y locales que hay de mi casa a la escuela y viceversa), pero no por eso dejo de escribir. Al contrario, al ir al hospital encuentro una historia en cada individuo, desde los pacientes (que ya de porsi hay que hacerles historia clinica como rutina) hasta los de limpieza, las enfermeras :), colegas y maestros. Aqui otro de esos cuentos que rondan por la cabeza y no te dejan estudiar hasta que los eyaculas en el papel.

Milagros inesperados

Su milagro más grande y el menos aplaudido fue aquel domingo en la plaza, justo en la esquina de la iglesia. Aquel hombre que llevaba años pidiendo limosna en ese rincón por haber perdido ambas piernas en accidente. Fue bendecido por un hombre milagroso que después de una escandalosa oración, ante las miradas atónitas, pero llenas de fe, de los presentes, empezaron a crecer extremidades nuevas del par de muñones de aquel cristiano. Completado el milagro, el hombre milagroso exclamó - ¡Levántate y anda! – y aquel hombre, aún incrédulo, se puso de pie sin ningún problema. La gente gritó alabanzas entre lágrimas y el hombre se abalanzó eufórico contra el milagroso agradeciendo profundamente. Después de eso salió corriendo de felicidad con tanta vitalidad que apenas se podía creer, pero se vio esfumada en el mismo instante en el que un camión de carga lanzó varios metros el cuerpo del recién sanado y después fue aplastado salpicando sus vísceras por todo el pavimento. Nada quedó reconocible excepto las piernas recién formadas. Al ver todo esto alguien entre la multitud gritó – ¡No le paso nada a las piernas nuevas! ¡Es un milagro! -. La gente exclamó un solemne Amén.

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En memoria de Samuel González Quiroz, alías Changoleon quien fuera un ser humano, como la mayoría, y títere de otro títere de cierta empresa televisiva de títeres para títeres (la culpa es de todos). A más de un año de que nos consternara su muerte (Que en paz espante).

Soundtrack: Aleluya (en cualquiera de su versiones clásica, instrumental, coro de Viena, rock, electronica, house, alternativa, mariachi, salsa, cumbia, reggueton y pasito duranguense). Cuando se lea lo de Changoleon favor de escuchar Requiem de Mozart.

He terminado... ahora si, a estudiar!!!