sábado, 8 de septiembre de 2007

Dave's Anatomy (001)

CUESTION DE LETRAS
Era media noche y me encontraba a mitad de una batalla de voluntades, responsabilidades y deseos encontrados. En la mesa de la sala, lugar de la batalla, tenía en una esquina: mi libro de Anatomía Topográfica de Testut-Jacob con ese texto denso e incomprensible y dibujos tan complejos con numeritos y letras; y en la otra esquina: el libro No tiene nombre el paraíso de Laura Zúñiga Orta, joven escritora toluqueña, la cual tengo el gusto de presumir, con todo y sacada de lengua (como niño odioso y engreido), que la conocí en persona cuando presentó su libro aquí en la ciudad, lo cual hacía más especial leer su libro ya que reproducía su voz en mi cabeza mientras lo leía, como si ella me lo estuviera contando no al oído, sino dentro de mi mente. El punto a discusión era que por más que me gustara estar leyendo la novela imaginando a la escritora a mi lado, a mi maestro de Traumatología no creo que le interesase tanto como a mí (a menos que le presentara a la escritora, entonces hipócritamente haría como que si le interesa “eso de la lectura”).
El libro grande, duro y tosco de Anatomía contra la pequeña, flexible y delicada novela (hablando físicamente del libro, no de su contenido). Entre que me decidía, decidí echar un ojo en la novela sólo para saber donde me había quedado la última vez. Leí un poco atrás para entender en que situación me había quedado y proseguí leyendo, me faltaba poco para terminar ese capítulo. Cuando terminé de leerlo el siguiente no parecía tan largo y lo leí también sin problemas. Vi el reloj: 12:45AM, pensé en leer 15 minutos y el resto de la madrugada lo usaría para estudiar. Seguí leyendo sobre el cazador que secuestró a unas jóvenes universitarias y las tenía en una cabaña en medio del bosque: su paraíso, y luego...
... y luego ya era la 1:45 ¡Suficiente! Tenía que dejar dormir a Laura por su bien y por el mío y ponerme a estudiar. Me despedí de ella un poco triste y molesto porque ahora tendría que leer el otro libro que comparado con el que había dejado de leer se veía frío e incoherente. Empecé leyendo con todas mis ganas y buena voluntad, pero mis ojos ya se habían acostumbrado a las páginas, color y la voz del otro libro. Leí el mismo párrafo unas 5 veces y hasta entonces entendí qué estaba leyendo, proseguí, pero decidí ir por agua para despertar. Regresé a mi lectura y volví a leer desde el principio. Los ojos se me empezaron a cerrar y sacudía mi cabeza para despertar. El fenómeno se repitió un par de veces y no aguanté más. Miré mi reloj: 2:00AM. Finalmente quien cayó por Knock Out fui yo. Tenía la estúpida esperanza que durante mi sueño recordara lo poco que leí y lo repasara. Pero mi preocupación por no haber estudiado era tan grande que recordé-soñé desde el primer día que pise la escuela, le tenía tanto respeto a mi universidad como un cristiano a su iglesia o como un borracho a su cantina. Se ha hecho tan común ese paso de la entrada principal hasta mi salón de clases que dejé de mirar el escudo de mi universidad al entrar, dejé de voltear hacía arriba para mirar los edificios principales (que no son muy grandes pero antes me parecían gigantes) y dejé de detenerme a ver los avisos y carteles del pizarrón de la entrada como si me interesara ir a todos los congresos, conferencias y eventos. En mi sueño fue como viajar a ese momento donde entraba a la escuela y desde ahí avancé a toda velocidad hacía el presente. Me vi cruzando la puerta, después me vi conversando con mis nuevos compañeros quienes muchos de ellos ya son grandes amigos y otros más que he conocido en la marcha. Me vi también enamorándome de una que otra chica de mi Fuckultad y luego una que otra de fuera, sufriendo una de las peores enfermedades que no aparecen en los libros: el amor (bueno, aun no tengo clara la definición de eso pero para no entrar en detalles prefiero decir que he amado a todas en vez de separar a quienes he amado, he querido, me han gustado o encariñado). De pronto recordé que un cazador-secuestrador andaba suelto y desperté súbitamente, tenía que avisar que yo sabía quien era, donde estaba y su modus operandi fui al baño me lavé la cara, me vi en el espejo y exclamé un mental: “¡Estas pendejo!” otra vez esos sueños locos. Miré la hora: 5:30AM hora de empezar el día y dejar de pensar en cazadores, universitarias, escritoras con linda voz, peleas de libros…
EN CLASE DE TRAUMATOLOGÍA...
- A ver ¿Quién estudio el tema de hoy? Pase a explicarlo… ¿nadie? OK pasaré a alguien al azar - Yo me encogí lo más que pude en mi butaca y hasta me hice pendejo tomando apuntes de una clase que ni siquiera empezaba.
- ¡Tu!... ¡si tu!... ¡pásale a explicar a tus compañeros lo que leíste anoche! – (Ley de Morphy: Cuando estudias nadie te pasa, ni te dejan participar, cuando no estudias serás acosado con preguntas y puesto en ridículo frente a tus compañeros de clase.) Me puse de pie casi en cámara lenta y caminé hacía el esqueleto de plástico…
- ¿Lo que leí anoche? –
- Si, lo que sea que hayas leído dínoslo –
- Bueno... la historia comienza con el secuestro de una joven quien es llevada a un bosque por un cazador, que antes era un maestro y … -
- ¡Suficiente! -
EN CASA OTRA VEZ...
Estoy a mitad de otra batalla entre mi libro de Cardiología y No tiene nombre el paraíso… Laura me llama a seguir leyéndola y yo quiero estar con ella. Seguro que el libro de Cardiología si lo entenderá… son cosas del corazón.
David Yaurima P.

3 comentarios:

Estephany dijo...

mmmmmm..........................

ni hablar

Saludos dudosos...

εïз Azarukita εïз dijo...

=o
ufff lo q me espera con eselibrote
!!
a menos interesante?
bueno gracias x pasar...
un beso!

Anónimo dijo...

Jajajajajajaja excelente remedio me has dado, estoy a mitad de clase de estructura de datos y dejame decirte que entre tu y mi clase la batalla la has ganado tú... lastima que estructura no entiende del corazon :S porque los datos no sienten waaaaaa....

Bueno... aaah, espera, me llaman... malditas coincidencias...


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